Ser escritor hoy en día, con uno o más libros publicados, implica tener que realizar múltiples tareas con el fin de conseguir que tu obra tenga visibilidad y, en fin último, acabe leyéndose. Los que me conocéis sabéis que no paro de darle vueltas a las neuronas con tal de encontrar nuevas tácticas. Sin entrar en detalles, en los últimos meses he intentado varias acciones que me han dejado un sabor agridulce. Soy de las que cree que de lo malo se aprende; también que puede llegar a ser positivo hablar de los intentos fallidos, por lo que probablemente os acabe hablando de estos pequeños proyectos que no salieron como yo esperaba en otra entrada.
PERO VAYAMOS CON LO BUENO DE HOY. Lo primero: ¡FELIZ DÍA DE LAS BIBLIOTECAS! Siempre serán los templos del saber accesibles a todos los lectores, más necesarias en los tiempos que corren. Con respecto a ellas, os cuento que recientemente siete ejemplares de CUANDO LLEGUE EL APOCALIPSIS han sido distribuidos por las bibliotecas de la ciudad de Granada. Ojalá muchos usuarios le den la oportunidad a esta disparatada antología sobre el fin del mundo.
Lo segundo os lo cuento empezando con algo no tan positivo que acaba en un pequeño milagro propiciado por las redes sociales. Veréis, amigos lectores, resulta que CUANDO LLEGUE EL APOCALIPSIS ya no está físicamente en ninguna librería. Podéis encargarlo en cualquiera de ellas y lo tendréis en dos o tres días; pero no podréis ir y llevároslo a casa en el momento. Esto se merece una explicación que viene a continuación.
No sé si sabréis que el hecho de que un libro esté en distribución quiere decir que en teoría podría estar en cualquier librería, pero no que de hecho lo esté, menos aún si la tirada de tu libro, como es mi caso, es pequeña. La cuestión es que CUANDO LLEGUE EL APOCALIPSIS ha estado desde que salió a la venta físicamente en pocas librerías. El otro día me puse a investigar consultando www.todostuslibros.com y averigüé que de pronto solo estaba en una: la Librería 80 Mundos de Alicante.
Por otro lado, últimamente he estado muy activa en la red social Threads pues me parece el lugar ideal para conectar escritores con otros escritores y con lectores. Básicamente publicas un mensaje y, con suerte, puede llegar a miles de personas que ni siquiera son tus contactos. ¿Y qué se me ocurrió? Pues lanzar un sencillo reto que consistía en que algún lector de Alicante se acercara a la librería para hacerse una foto del libro.
Lo que ocurrió, y con esto acabo por fin, os lo dejo en forma de pantallazos aquí abajo. ¿No creéis que es un pequeño milagro? Yo sí. Gracias a Bihotza Platas por cumplir con la misión y comprar su ejemplar. Y ahora, ¡todos a leer!
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