Si te formas como escritor leyendo grandes clásicos de ayer y de hoy o tomando clases en un taller de escritura creativa impartido por un peso pesado de las letras, lo más probable es que aspires a escribir lo que podríamos denominar LITERATURA (sí, con mayúsculas). La cuestión es: ¿cuántos autores de narrativa literaria pueden vivir hoy en día de lo que publican? ¿Qué puede hacer un autor que aspira a la excelencia para triunfar en el mundo editorial ahora mismo?
Monk, escritor universitario y escritor de origen afroamericano afincado en California, lleva años sin publicar un libro, lo que sin duda no le tiene contento. Su mal humor acaba convirtiéndose en un problema en sus clases, aunque no será eso lo que le haga tomarse un periodo sabático, sino el galopante Alzheimer de su madre, que vive en la casa familiar, en Boston. Y es que tras la repentina muerte de su hermana, Monk ha de ocuparse de los problemas familiares, sobre todo los económicos. La matriarca necesita ingresar en una residencia y ni el hermano de Monk ni nuestro protagonista pueden afrontar el pago.
Un día, harto de los clichés afroamericanos que copan el mercado editorial estadounidense, nuestro escritor decide escribir una novela plagada de todos ellos, una suerte de burla que cree que no irá a ninguna parte. Cuál será su sorpresa cuando su agente literario le llame para comunicarle que una de las más importantes editoriales del país no solo se ha interesado por publicar tan infame obra, sino que además está dispuesta a pagar una cantidad escandalosa por ella. Monk se indigna: su obra solo pretendía ser un juego. En principio, se niega a publicarla. Pero entonces su agente le recuerda que tiene que afrontar numerosos gastos por la enfermedad de su madre. ¿Qué decidirá hacer Monk? ¿Será más fuerte su orgullo o su practicidad?
Si os movéis en redes sociales por el mundillo de los escritores habréis notado que cada cierto tiempo alguien se queja de que lo que la gran masa lectora (ese público general que buscan las grandes editoriales) se decanta por libros de fácil lectura y, en muchas ocasiones, dudosa calidad literaria. Esto no solo sucede en España, sino que es un fenómeno global, si bien en cada país vamos a encontrar sus particularidades. Así, como vemos en American Fiction, en Estados Unidos se llevaría la ficción sobre afroamericanos estereotipados. Afroamericanos con los que Monk, un hombre culto criado en una familia de clase media alta, no se siente para nada identificado.
La cuestión es: ¿qué haría un escritor por alcanzar la fama? ¿Se dedicaría a escribir aquello que de verdad le apasiona, esperando un golpe de suerte, o se decantaría por escribir los libros de moda, tal vez teniendo que rebajar su vocabulario y simplificar su estilo?
Planteémoslo de otra manera: ¿un escritor tiene que escribir para sí mismo o para los lectores?
¿Qué haría yo? En mi caso, creo que me costaría muchísimo dejar de escribir lo que verdaderamente me gusta. Sí, tal vez soy una ilusa, pero prefiero disfrutar de un proceso que suele ser tan apasionante como agotador. Tal vez el gran golpe de suerte acabe llegando finalmente. Nunca se sabe, y peores situaciones se han salvado.
Pero volvamos a la película. Y es que no quiero terminar este artículo sin mencionar los otros dos temas fundamentales que toca: la cuestión afroamericana en Estados Unidos y la familia. ¿Es la de Estados Unidos una sociedad racista? ¿Hasta qué punto los estereotipos están arraigados en la memoria colectiva? Y con respecto a la familia, ¿acaso hay alguna que sea perfecta?
Tampoco podemos olvidarnos del cuarto tema: el complejo manejo de las relaciones personales de nuestro protagonista. Sí, en esta película también hay una historia romántica. Y no, no voy a contaros cómo acaba.
American fiction, en definitiva, no solo es una gran historia sobre el mundo de los escritores, sino también una gran película con la que reflexionar sobre temas como los estereotipos y la familia. Una obra dramática, pero también cargada de ironía y sarcasmo, lo que hace que el peso de la comedia sea mayor. Y tú, ¿a qué esperas para averiguar qué harías en el lugar de Monk?
Me ha encantado tú entrada y me la apunto para verla. Muchas gracias.
Yo en su caso lo publicaría y más aún en su situación, e igualmente de no ser el caso, también lo haria.
Vi el trailer el otro día y no pintaba mal, aunque creía que sería más comedia que drama.
La verdad, a mí si me ponen buenos billetes delante, me "vendo". A las malas pongo pseudónimo y ya.